(todo está) perfectamente normal
hola, perdona que no te contesté, andaba de crisis existencial.
Usualmente, cuando leo este tipo de contenido, cometo el error de asumir que la persona que leo sabe bien lo que hace o de lo que está hablando.
Quiero dejar meridianamente claro que yo no tengo ni la más mínima idea de ninguna de las dos cosas. Con la mano en el pecho: soy una treintona confundida, cansada, y si les soy honesta, un poquito bastante aturdida con la vida.
Pienso en las personas adultas que me rodeaban a mis quince años. ¿Eran iguales a las que somos ahora? Porque si lo eran, no paro de pensar en el trabajo fenomenal que hicieron pretendiendo que no eran un desculeo. Mi psicóloga y yo cumplimos tres años juntas en unos meses (¡salud!🥂) y yo todavía tengo que prepararme mentalmente por dos días laborales para levantar el teléfono y sacar una cita médica. ¡Por lo menos ya le perdí el miedo a coger días libres del trabajo!
¿Piensas a menudo (o del todo) sobre el propósito de la vida? Porque siento que la búsqueda de un ‘propósito’ es lo mejor y lo peor de nosotres. Todavía me sorprende que de todos los Roman Empire TikToks que vi, ninguno nombró ‘la búsqueda eterna del significado y propósito de la vida en la humanidad’. Porque desde que me soltaron al ‘mundo real’, llevo preguntándome cuál es el propósito de la vida que vivimos todos los días.
Recuerdo la primera vez que me hice esa pregunta en un día cualquiera durante mi primer trabajo. Bajaba las escaleras del edificio como todos los otros días para llegar al espacio. ¿En realidad tendría que bajar estas mismas escaleras múltiples veces al día, todos los días por lo menos cinco veces a la semana, por el resto de los días hasta llegar a una posible fecha de retiro? No pensé en el trabajo, en las tareas insignificantes, en las horas de contestar correos electrónicos agachada en luces fluorescentes. Pensé en la suma total de todos los segundos de mi vida rendidos a bajar y a subir esas escaleras.
En resumidas cuentas: siento que nos mintieron toda la vida. Y que ahora estoy entre el nihilismo optimista y el querer quemarlo todo. Quiero aceptar que todo pesa cuando en realidad nada debería importar porque quiero que podamos disfrutar de nuestras vidas.
Todo está Perfectamente Normal (title track!). Ese es el nombre de este blog y graciosamente nuestra realidad. Porque resulta que la ansiedad y querer perderse en algún cerro del Yunque sin Wi-Fi no es más que una reacción perfectamente normal al mundo en el que vivimos. Si pudiera, pagaría un billboard en la Baldorioty que leyera “NO ERES TÚ, ES EL CAPITALISMO”.
Así que te doy la bienvenida a mi espacio para cuestionar las contradicciones. Cuestionarlas, pensarlas, retarlas, abrazarlas, gritarlas. Mi diario virtual para que mis monólogos abandonen la soledad de mi mente y bailen o abracen las tuyas, queride lectore.
Espero que este camino juntes sea de agrado, y si nos inspiramos bien, de provecho. Porque por lo menos lo entendemos, lo sabemos: Todo está perfectamente normal.
Contigo en crisis,
ale-marie
Yo pongo dinero pa'l billboard
de verdad, les adultes que me rodeaban en mi adolescencia hicieron un gran trabajo porque todos los días me levanto y siento que ando chillando gomas